Después de que el doctor José María Ramírez-Moreno nos relatara en la primera parte de su entrevista a Familias SOS Ictus las desigualdades entre las comunidades autónomas en la atención a los pacientes, critica con firmeza que no dedican «los suficientes fondos para luchar de forma eficiente contra el ictus» y nos explica las principales líneas de investigación.
¿Cree que se destinan los suficientes fondos para luchar contra el ictus?
Mi opinión es que no dedicamos los suficientes fondos para luchar de forma eficiente contra el ictus. El dinero público que se dedica a las Estrategias en Salud, entre las que se incluye el ictus, es escaso. Y desgraciadamente, salvo contadas excepciones, en nuestro país no hay tradición de que las entidades privadas participen activamente en la lucha contra las enfermedades.
¿Cree que se dedican todos los esfuerzos a la prevención y se deja de lado la rehabilitación?
Las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de mortalidad en los países desarrollados, entre los cuales se encuentra España. La evolución en los últimos tres decenios ha sido de un descenso continuado a expensas, sobre todo, de la enfermedad cerebro-vascular. Esto es fruto, sin duda, de los esfuerzos que se han realizado en materia de prevención y hay que seguir incidiendo en ello. Dentro de este contexto positivo, podía pensarse que ha perdido interés el abordaje de estas enfermedades, así como la posibilidad de que otras intervenciones para su control no sean necesarias.
Comparto la visión que el enorme esfuerzo que se ha realizado en este pilar que es la prevención, no se ha realizado igual en materia de rehabilitación, siendo fundamental. Una de las características clave de las unidades de ictus es la rehabilitación por parte de un equipo multidisciplinar especializado. Las consecuencias económicas y sociales de una hospitalización prolongada han despertado el interés por servicios que faciliten un retorno precoz a la comunidad. Siendo necesarios servicios post-alta especializados. Un meta-análisis demostró que la rehabilitación continuada tras el alta durante el primer año después del ictus reduce el riesgo de deterioro funcional y mejora las actividades de la vida diaria. En Extremadura, la reciente apertura de una unidad monográfica de Neurorehabilitación de daño cerebral sobrevenido ayudará a paliar este déficit.
¿Cuáles son las principales líneas de investigación?
Recientemente la Sociedad Española de Neurología (SEN) presentó oficialmente el Libro Blanco que marcará la hoja de ruta para la investigación de las enfermedades neurológicas en los próximos años. El documento fue elaborado siguiendo una metodología diseñada específicamente para este objetivo. En el mismo, participaron neurólogos, todos ellos expertos en su correspondiente área, que analizaron la situación de la investigación en neurología en nuestro país, detectando las posibles áreas susceptibles de mejora y sugiriendo líneas prioritarias de investigación en el próximo quinquenio y estrategias para mejorarla.
Las principales líneas de investigación para el ictus se centraron en: disponer de registros clínicos multicéntricos centralizado de casos sobre los que reevaluar los criterios actuales de contraindicación de trombólisis, valoración del manejo apropiado de la presión arterial y glucemia en fase aguda del ictus, nuevas técnicas de neuroimagen que muestren con exactitud el área de penumbra isquémica, identificar los mecanismos implicados en la neurorreparacion y neuroplasticidad y avanzar en el intervencionismo neurovascular.
Para cerrar la entrevista, hemos reservado las preguntas más personales. ¿Los neurólogos han desarrollado una barrera emocional con sus pacientes? ¿Pierden su empatía? José María Ramírez-Moreno nos demuestra que no…Consulte la tercera parte, próximamente.